¡Vamos pueblo, carajo! ¡El pueblo no se rinde, carajo!
A propósito de “¡Vamos
pueblo, carajo!” “¡El pueblo no se rinde, carajo!”
Cuánta razón tenía
Oswaldo Reynoso al enojarse y defender su novela “En octubre no hay milagros” con
respuestas tan ciertas y coherentes:
Él contaba que, en
una entrevista para la televisión, el entrevistador le había dicho lo
siguiente:
—Pero cómo se le
ocurre a usted, escribir un libro con groserías; cuando la literatura tiene que
emplear palabras muy finas.
Entonces Oswaldo le
dijo:
—Mire usted. Usted
está mintiendo.
—Por qué…
—Porque en este
libro (sosteniendo su novela) no hay ninguna grosería.
Y el entrevistador
le dijo:
—Es usted un cínico,
un mentiroso… (Agarró el libro) Voy a leer algunas de las groserías, pero por
respeto a la audiencia… no voy a leerlas. Pero usted ha escrito un libro de
puras groserías.
—No. En mi libro
no hay groserías.
—Pero cómo puede usted
negar. Entonces para usted qué es una grosería.
Y Oswaldo le
respondió lo siguiente:
—Cuando un
militar, mal militar, traiciona a su país; la palabra “PATRIA” en su boca es una
grosería.
“Cuando un obispo
o sacerdote es un corrompido; la palabra “DIOS” en su boca es una grosería”.
“Cuando un juez
recibe plata para mandar a un inocente a la cárcel y dice “JUSTICIA” es una
grosería”.
“Pero cuando un
personaje como en mi novela está transitando por una calle de un barrio pobre y
viene un amigo y de juego le da una patada, golpea y le dice:
«¡Oye cojudo, te
vas a la conchesumadre!»
Eso no es grosería
porque le sale de lo más íntimo de su espíritu.
Entonces el entrevistador
se quedó pasmado.
—Ha salido al aire.
—Sí pues.
Cortaron el
programa y casi lo botan a patadas.
Y la realidad en
la que Oswaldo Reynoso vivió aquellos años no dista mucho de la ahora nuestra. Hoy
diríamos:
La palabra “LEYES”
en la boca de congresistas corruptos es una grosería.
Las palabras “ORDEN
Y VIGILANCIA” en la boca de policías coimeros y energúmenos que atacan a las
personas por reclamar sus derechos, son una grosería.
Y todavía más.
La palabra “DEMOCRACIA”
en la boca de un presidente corrupto que a duras penas terminó sus estudios, es
una grosería.
Que no te de miedo
o vergüenza gritarle a este gobierno. Pero no emplees las palabras que con
tanto cariño y afecto utilizas para comunicarte con tus “patas” como “Habla pe, mierda; cómo estás” o ¡Puta que eres la cagada”!
Sino utiliza las palabras
que los malos gobernantes suelen esquivar:
¡Rateros!
¡Corruptos!
No te rebajes a tanto porque incluso la propia mierda o cagada no se comparan con este mal gobierno.
Comentarios
Publicar un comentario