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Alonso Quijano y los molinos de viento

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  CAPÍTULO VIII Del buen suceso que el valeroso don Quijote tuvo en la espantable y jamás imaginada aventura de los molinos de viento, con otros sucesos dignos de felice [370] recordación   En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo; y, así como don Quijote los vio, dijo a su escudero: —La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra. —¿Qué gigantes? —dijo Sancho Panza. —Aquellos que allí ves —respondió su amo— de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas. —Mire vuestra merced —respondió Sancho— que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento,

UN JUICIO DEL DR. JOSÉ MARÍA VALVERDE, MIEMBRO DEL JURADO DEL PREMIO BIBLIOTECA BREVE

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  UN JUICIO DEL DR. JOSÉ MARÍA VALVERDE, MIEMBRO DEL JURADO DEL PREMIO BIBLIOTECA BREVE  * (... En el redil de niños, ya no le asestaré puñetazos a ninguno de ellos, quien, después, todavía sangrando, lloraría: El otro sábado te daré de mi fiambre, pero no me pegues! Ya no le diré que bueno...) CÉSAR VALLEJO     Hoy día, cuando la adolescencia desplaza a la niñez como época ideal de divina plenitud paradisíaca —los  teen-agers  dictan la moda, como «nueva clase ociosa», y son   mimados y consentidos, aunque hagan el gamberro o el  blousonnoir — esta magistral novela de Mario Vargas Llo­sa, sin agotar en ello su sentido, lanza un ataque frontal contra el mito de la adolescencia, aún a medio madurar.   Tristemente parece decir: a mayor libertad, mayor mali­cia: la época más «pura», menos «socializada» es la que da lugar a más refinada y desinteresada perversidad en el hombre.   Este gran motivo de desvelamiento moral está aquí de­sarrollado —como en toda auténtica novel

GIGANTES EN EL PERÚ

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La sociedad de Amantes del País fundada en Lima (1792) por José Baquíjano y Carrillo, y de cuyo secretario fue Hipólito Unanue, publicó en 1791 "El Mercurio Peruano", la primera revista cultural del Perú. El Mercurio Peruano tuvo un periodo de publicación entre 1791 y 1795, siendo ampliamente difundido por gran parte de Hispanoamérica hasta el siglo XIX. En su espacio se trataban temas de ciencias sociales y letras bajo la influencia de la Ilustración. Es así que en la publicación de 1792 encontramos un estudio acerca de los gigantes, su supuesto origen y noticia sobre su existencia, y también de asombro por parte de los pobladores. He citado dos textos de la revista y se ha procurado transcribirlos originalmente.   DESCRIPCIÓN DEL GIGANTE QUE ACABA DE SER conducido á esta Ciudad de la de Ica.   Los Gigantes y los Enanos son dos naciones antípodas, cuya existencia es todavia un problema para los Fisicos y Naturalistas. Tan incierta se juzga la desmesurada proc

FAULKNER EN LA VISIÓN DE LOS ESCRITORES

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Jean Paul Sartre “Cuando se lee El sonido y la furia, lo primero que llama la atención son las singularidades de la técnica. ¿Por qué Faulkner ha roto el tiempo de narración y revuelto sus trozos? ¿Por qué la primera ventana a este mundo novelesco es la conciencia de un idiota? El lector siente la tentación de buscar puntos de referencia y restablecer por sí mismo la cronología: “Jason y Caroline Compson tuvieron tres hijos y una hija. La hija, Caddy, se entregó a Dalton Ames, quien la embarazó; obligada a buscar rápidamente un marido…” Aquí el lector se detiene, pues se da cuenta de que el autor relata otra historia. Faulkner no ha concebido desde luego esta intriga ordenada para barajarla en seguida como juego de naipes; no podía relatar las cosas sino como lo ha hecho. En la novela clásica la acción implica un nudo: es el asesinato del padre Karamazov o el encuentro de Edouard y Bernard en Les faux-monnayeurs. Se busca inútilmente ese nudo en El sonido y la furia. ¿Es la castració

El maravilloso mago de Oz

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Cuando terminas de leer el Mago de Oz es inevitable no asociarla con Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll. Y es que ambas tienen algo en común: la participación de una niña que le suscitan miles de peligros en un mundo desconocido y completamente disparatado. Las similitudes y diferencias saltan a la vista, por ejemplo: Ambas novelas tienen a dos niñas por protagonistas: Alicia para “Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas” y Dorothy para “El maravilloso mago de Oz”. Tienen mascotas por acompañantes: Alicia tiene a Dinah, su gata. Dorothy tiene a Totó, su perrito. En el caso de Alicia, esta solo la menciona, más no atraviesa toda la historia de la novela. Se deduce que Alicia tiene padres, ya que se menciona en el inicio de la obra que ella estaba sentada a la orilla del río con su hermana sin saber qué hacer. Por el contrario, Dorothy se nos presenta huérfana ya que vive bajo la tutela de sus tíos. Lewis Carroll había sentado un preced